La hiperactividad es un síntoma del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Se caracteriza por un nivel de actividad física excesivo o inapropiado para la edad, la situación o las normas sociales.
Los niños hiperactivos suelen tener un nivel de energía muy alto y tienen dificultades para mantenerse sentados o tranquilos. Pueden moverse constantemente, hablar demasiado, interrumpir a los demás y tener problemas para seguir las instrucciones.
La hiperactividad puede causar problemas en diferentes áreas de la vida de un niño, como en la escuela, en la casa y en las relaciones sociales.
Los principales síntomas de la hiperactividad son:
- Inquietud motora: El niño no puede permanecer sentado durante un período de tiempo prolongado.
- Dificultad para permanecer quieto: El niño se mueve constantemente, incluso cuando no es apropiado hacerlo.
- Falta de atención: El niño tiene dificultades para concentrarse en una tarea o actividad.
- Impulsividad: El niño actúa sin pensar en las consecuencias de sus acciones.
La hiperactividad puede ser causada por una combinación de factores genéticos y ambientales.
No existe una cura para la hiperactividad, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas. Los tratamientos más comunes para la hiperactividad son:
- Medicamentos: Los medicamentos estimulantes son el tratamiento más eficaz para la hiperactividad.
- Terapia conductual: La terapia conductual puede ayudar a los niños a aprender estrategias para controlar su comportamiento.
- Cambios en el estilo de vida: Los cambios en el estilo de vida, como la creación de un ambiente tranquilo y organizado, también pueden ayudar a controlar los síntomas de la hiperactividad.
Si cree que su hijo puede tener hiperactividad, es importante que lo lleve a un médico o terapeuta para que sea evaluado. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado pueden ayudar a mejorar la vida de un niño con hiperactividad.
A continuación, se presentan algunos consejos para ayudar a los niños hiperactivos:
- Establezca rutinas y límites claros. Los niños hiperactivos necesitan saber lo que se espera de ellos.
- Ofrezca oportunidades para que el niño queme energía. El niño necesita tener oportunidades para moverse y liberar energía.
- Sea paciente y comprensivo. Los niños hiperactivos no pueden controlar su comportamiento.
- Busque ayuda profesional si es necesario. Si el niño tiene problemas para controlar su comportamiento, es importante buscar ayuda profesional.